La familia Hermansen, de origen danés, data de 1910 en Maitencillo, cuando el abuelo Robinson compró un sitio aquí con una pequeña herencia recibida por su mujer Blanca Larcher Duchamp, llegada de Francia a sus 19 años de edad.
Emilio, hijo mayor de la pareja, fue un hombre que creció junto a Maitencillo, muy apegado a la naturaleza.
Si bien se educó en Santiago, vivió y contempló el mundo como un intelectual y un gran creativo.
Estudió Electricidad en la Escuela de Artes y Oficios (Actual Universidad de Santiago), y Pintura en la Escuela de Bellas Artes de Santiago.
Fue becado a Estados Unidos tras ganar la beca Guggenheim y se desarrolló como pintor a través de numerosas exposiciones. Se destacó asimismo como Director de Iluminación y Escenografía del Teatro Municipal de Santiago hasta el año 1975. Sin embargo, como amante de la naturaleza y de las cosas más simples, se autocatalogaba como un artesano antes que un artista. En su permanente búsqueda de la paz y tranquilidad,
Emilio decidió en 1950 construir con sus propias manos una cabaña en Maitencillo. Pero su espíritu trabajador y creador no se detuvo ahí. Con la ayuda de su mujer Ximena Hernández Albrecht, ex bailarina del Teatro Municipal de Santiago, continuó con estas faenas durante toda su vida hasta legar a sus descendientes en 1986 un total de 12 cabañas. Parte de sus hijos y algunos de sus nietos continúan con su legado hoy día a través de las Cabañas Hermansen, el Restaurant La Canasta.
